Se trabaja mejor sin gerentes

Gerenciar es una tontería, hay que dejar a las personas hacer su trabajo

es la frase clave de Jos de Blok, creador de Buurtzorg, una organización que en sus diez años de existencia ha transformado radicalmente la manera de gestionar la salud en Holanda.  En este momento la fundación sin fines de lucro Buurtzorg cuenta con 7.000 personas, funcionando básicamente sin gerentes ni jefes. Los profesionales trabajan en equipos auto-dirigidos, recibiendo más libertad, más confianza y un mejor sueldo.  No por nada, Buurtzorg ha sido elegido como mejor empleador del país estos últimos cinco años. Este nuevo concepto visionario en la gestión de la salud está expandiendose en diferentes países, como Suecia, Inglaterra, Japón, entre otros.

El modelo de trabajo consiste en equipos pequeños de ocho a doce enfermeras que prestan servicios de salud a pacientes que siguen viviendo en sus propias casas en vez de ser internadas en un hospital. Los equipos son auto-dirigidos, eso quiere decir que hacen su propia planificación, contratan a sus colegas, y mantienen contacto con los médicos y los hospitales.  Los miembros del equipo están en contacto mediante sus laptops o smartphones, y se reúnen brevemente como una vez por semana. Cada enfermera está capacitada para hacer un cuidado integral del paciente, desde hacerle el aseo personal, vestirlo, cuidar posibles heridas, aplicar inyectables, etc.  Esta manera de trabajar es más eficiente en tiempo y dinero que otras organizaciones donde las actividades son divididas sobre diferentes personas creando una burocracia innecesaria e indeseada. Los equipos reciben apoyo de un coach cuando no logran resolver un tema por sí mismo. Una de las claves del éxito de Buurtzorg es su simplicidad. La base de todo es la relación entre el profesional y el paciente. Las enfermeras tienen suficiente tiempo para quedarse con el paciente y conversar con la familia, porque el contacto humano y el contexto social son vistos como cruciales en el proceso de tratamiento.

Durante mi último viaje a Holanda he podido ver con mis propios ojos como funciona esta organización, y me llamó mucha la atención la idea de trabajar sin gerentes ni jefes.

De hecho, una de las causas principales de desmotivación en el trabajo es la relación del jefe con sus subordinados.  En el paradigma clásico, que lastimosamente aún es muy común en empresas en Bolivia. Los gerentes suelen crear entornos de trabajo negativos porque imponen su autoridad con amenazas, con maltrato, con castigos y con un control demasiado riguroso. Como consecuencia, en muchos entornos laborales se puede observar un clima de miedo, de frustración y de baja productividad.

En contraste, el caso de Buurtzorg nos muestra que es posible crear organizaciones con un entorno laboral positivo, un servicio de calidad con cliente satisfechos y con resultados financieros sostenibles. Los secretos de su modelo de gestión exitoso son la creación equipos auto-dirigidos, la disminución de la cantidad de gerentes, y el cambio del estilo gerencial clásico en un estilo coaching.

Coaching & Development Foundation está convencida que también en Bolivia es posible crear organizaciones ambientes laborales positivos, productivos y motivadores. La mayoría de los jefes no deberían intentar motivar a los empleados. Simplemente deberían dejar de desmotivarles. O como dice Jos de Blok: “Gerenciar es una tontería, hay que dejar a las personas hacer su trabajo.”